La brucelosis es una enfermedad infectocontagiosa zoonótica (transmitida de los animales al hombre), que debe ser diagnosticada oportunamente en las especies de producción afectadas y de esta forma garantizar la salud pública.
La enfermedad más frecuente en nuestro país es causada específicamente por la Brucella abortus, y afecta tanto al ganado de leche como de carne, induciendo aborto espontáneo, retención de placenta y problemas de fertilidad.
La Brucella abortus ademas afecta al hombre, y en este caso el contagio ocurre por contacto directo con animales infectados en las unidades de producción, en mataderos o salas de matanza, a través de heridas o por ingestión de productos y/o derivados contaminados.
Muchas veces el impacto económico y/o sanitario de esta enfermedad pasa desapercibido por los productores y veterinarios, dado que no se realiza el diagnostico oportuno y el saneamiento sanitario a tiempo. Esto implica que la enfermedad perdure en los rebaños por mucho tiempo, aunque las hembras hayan sido inmunizadas. La bacteria puede colonizar las ubres y ser expulsada con la leche manteniendo así una fuente de contaminación constante. Además, dado que las gestaciones posteriores al aborto luego de la infección llegan a feliz término, los animales infectados siguen excretando bacterias al medio ambiente.
Las pérdidas de productividad causadas por esta enfermedad tienen gran importancia, debido las fallas reproductivas y a la diminución en la producción de leche. Todo esto provoca un incremento en los cotos operativos y la disminución del rebaño dado la obligatoriedad de eliminar a los animales infectados.
Por ende debemos prevenir, controlar y erradicar la brucelosis, realizando el diagnóstico oportuno a todos los animales mayores a 22 meses una vez al año, y en caso de presentarse algún animal reactor, el mismo debe ser eliminado del rebaño y repetir el diagnóstico a los 3 meses, cumplimento así con la incorporación de las fincas en el programa de saneamiento exigido en nuestra legislación, que además incluye la vacunación antribrucélica del rebaño y el diagnóstico negativo a brucelosis en los vacunos y bufalinos a movilizar.
Prevenir es mejor que lamentar.
Asesórese con su veterinario sobre esta enfermedad.
Realice el diagnóstico de forma oportuna y vacune.
MV. Anacelmira Urbina Andueza